12/29/2011

Capítulo 4!


If I, If I, have been unkind

I hope you just let it go by…

If I, If I, have been untrue

I hope you know it was never to you…

-Leonard Cohen.

Habían pasado unas horas desde que Caleb le había enseñado a April la Academia —bueno, una parte de ella — y ahora que ya tenían las instrucciones de la directora, se dirigían hacia la casa de la Señora Rosa. Las instrucciones habían sido que, al llegar a la casa, debían decir que Caleb era el nieto de una amiga de la señora Rosa, y April su compañera de trabajo y venían a hacer un extraclase para el colegio, por lo que debían encuestarla.
April iba detrás de Caleb, debido a que él, andaba muy rápido, no se detenía ni un segundo para verificar si April iba detrás de él y eso, le molestaba.

Pero no del todo, debido a que tenía una muy buena vista de su cuerpo desde el punto en donde se encontraba. Caleb iba vestido de una camisa negra, pero ajustada, con unos pantalones vaqueros y converse All Star negras, sin duda iba al gimnasio, tenía unos bíceps grandes y tonificados, sus hombros eran grandes, pero perfectos y su espalda se veía fuerte y segura. Algo de lo que April no pudo evitar fijarse fue en su trasero, era de un tamaño normal, pero redondeado y prieto.

 —Tienes una buena vista de mi trasero allí ¿no? — preguntó Caleb divertido.

 —Claro que no… —dijo April sonrojándose por completo. La había pillado.
  
—Oh por favor, no intentes mentir, estoy leyendo tus pensamientos, literalmente querida

 — ¡¿Qué estás haciendo qué?! — April estaba tan furiosa, que rápidamente alcanzó a Caleb y lo encaro.

 —Lo que oíste. ¿Qué esperabas? ¿Que no usara mis habilidades? Obviamente lo hago, y ¿Sabes por qué? Porque vas tan callada que parece que un gato te comió la lengua —.
Ahora ella no estaba sonrojada de vergüenza, estaba sonrojada de la cólera.

 —No vuelvas a meterte en mis pensamientos ¿me oíste? Son privados. En donde se supone que nadie puede meterse. Ahora no es mi maldito problema que seas tan arrogante que no puedas soportar que alguien no te ponga atención. Yo no soy como esas niñas estúpidas que suspiran por ti. ¡Oh no! Yo no soy así. Si quieres conquistarme tendrás que luchar por ello porque como veras, no lo estás logrando. ¿Por qué no lo estas logrando? Porque eres un estúpido arrogante que tiene un problema de ego y que no puede soportar que una muchachita nueva no le preste un jodido minuto de atención.  —April tomo aire y siguió — Y sabes una cosa, no es tu culpa que seas así. Es culpa de las personas que te han conocido y no han podido ponerte en tu lugar, pero sabes que esa persona ya llego y soy yo, así que no me voy a disculpar por lo que acabo de decir porque todo es verdad.  
April miró a Caleb a los ojos y se dio cuenta de que había acortado la distancia entre ellos, dejando tan solo unos centímetros de distancia para besarse. Su cara era hermosa, tenía unas facciones rígidas pero a la vez atractivas, con unos labios carnosos y ojos grises con destellos azules. Era lo más atractivo que había visto en su vida. Caleb a su vez también se dio cuenta y agarro a April por la cintura.

 — ¿Sabías algo? Te ves jodidamente sexy cuando te enojas — dijo Caleb mientras acortaba los pocos centímetros que estaban entre ellos para besarla, pero ella no se dejo, debía mantenerse firme e hizo lo primero que se le vino a la mente.

Le pegó una cachetada que resonó entre toda la calle.

 — ¡Eres un idiota, ni siquiera me estabas escuchando! ¿Qué te crees? No llevamos ni 24 horas de conocernos  y ya me agarras por la cintura. ¡No vuelvas a hacerlo! Ya te lo dije, no soy una chica fácil — Y sin decir más April se fue caminando lo más rápido posible hacia su destino, dejando esta vez a Caleb plantado en la calle.

Caleb se tocaba la mejilla en donde lo había golpeado. April lo había dejado sorprendido, enojado y emocionado. Ninguna chica le había golpeado en su vida, y ninguna persona le había dicho las cosas que April le acababa de decir. Pero, ella solo logro que él la deseara más. Deseaba un beso de esos labios dulces y carnosos que había estado a punto de probar. 

Quería tomarla de la mano, abrazarla por la cintura. Hace un minuto, al tenerla tan cerca, lo único que deseaba hacer era besarla, besarla hasta que el mundo se acabara, pero ella no se dejo, sin duda era un desafío que estaba dispuesto a ganar.

April por su parte iba caminando en la acera; sus tacones re piqueaban en el asfalto, sonaban rápidos y furiosos que describía exactamente como se sentía.

Idiota, ¿Quién se cree? No llevan ni un día de conocerse y por poco la besa. Estuvo bien lo que hizo. Sin duda le gusto pero… No podía dejar de pensar, en que, ella también deseaba ese beso, deseaba sentir los labios rosados de él contra los de ella. Y no podía negar que los dedos de él en su cintura la hicieron sentir que se quemaba viva. Fue un sentimiento cálido y hermoso, el cual April se negaba a aceptar, pero sabía claramente lo que era.

En todo el camino April caminaba adelante, mientras que Caleb se quedaba atrás. Ninguno dijo nada. Caleb estaba anonadado y April furiosa y avergonzada.

Doblaron en una esquina y llegaron a una casa vieja, pequeña y descuidada. Según lo que parecía que había sido en buen estado, se podría decir que era una casa de color rojo vino, con pequeños detalles en los bordes de las paredes y en las ventanas pequeñas matitas. Para entrar, había una reja blanca de madera gastada que estaba a punto de caerse.

April abrió la puertita de la reja y Caleb la siguió.

Ella toco la puerta de la casa, sin verlo a la cara. No podía mirarlo, tan solo… no podía.  

Unos minutos después salió una viejita de cabello canoso, bajita y regordeta, olía a galletas recién hechas. Sin duda era una abuelita de esas que cuando las ves solo quieres abrazarlas.

 —Buenas tardes señora, nosotros somos los estudiantes que venimos a hacerle unas… — empezó Caleb.

 —Dios Santo niño ¿Qué te paso? —Pregunto la señora Rosa con cara asustada.

 — ¿A mí? ¿Por qué? ¿Qué tengo? — pregunto Caleb extrañándose.

 —Tú cara querido, tienes una mejilla completamente roja, ¿los asaltaron al venir? Aquí hay cada maleantón. Claro yo me las arreglo porque cuando se me acercan les doy con mi 
sombrilla, pero usted querido… —.

April que había estado callada en todo momento, se volvió para ver la cara de Caleb e inmediatamente se sintió fatal. Su mejilla derecha estaba totalmente golpeada, con un manotazo rojo en él. April automáticamente llevo su mano a la mejilla golpeada de Caleb y la acarició con su pulgar, lamentando haberle golpeado tan duro. Caleb sorprendido por el gesto tomo la mano de April y la apoyo más en su mejilla, le gustaba el calor de su mano contra su piel. Se sentía feliz con ese gesto y no pudo evitar sonreír.

La señora Rosa carraspeó y April quitó su mano de la mejilla de Caleb, sonrojándose debido a que no pudo evitar imaginarse como se vio esa escena.

 —Bueno… pasen, pasen, no se queden ahí.  — dijo Rosa mientras los dejaba pasar.

 —Gracias, es muy amable — dijo April, aún avergonzada.

April y Caleb pasaron dentro de la casa. Caleb iba con una sonrisa de oreja a oreja, y April… ella iba como un tomate.

La casa de la señora Rosa era pequeña, acogedora. Cuando ellos entraron lo primero que vieron fue una salita, con un sillón para dos personas y tres sillones individuales para sentarse en ellos, estaban colocados en un semicírculo debido a que en el centro se encontraba una mesita de cristal, con unas tasitas de porcelana preciosas. Las paredes eran de un color beige y el suelo de una cerámica blanca. Era hermosa.

 —Siéntense, por favor. Si me disculpan voy a traer unos bocadillos — dijo la señora Rosa mientras abandonaba la habitación, dejando a April y Caleb solos.

April se sentó en el sillón para dos personas y Caleb se sentó a la par de ella.
Inmediatamente ella se volteó hacia él y lo vio a los ojos. Esos ojos matadores, que para su sorpresa la miraban con cariño.

 —Caleb, disculpa yo… Yo no quería golpearte tan duro. Enserio que no, discúlpame yo no quería ser tan agresiva. Pero no me arrepiento por lo que te dije porque es verdad, pero no quise golpearte de esa manera, perdona. Lo lamento tanto… — dijo ella mientras bajaba la vista hacia el suelo. No podía verlo a la cara… le daba muchísima pena.

Caleb le tomó la mano y con la otra, le levanto la barbilla para verla a los ojos.

 —April, yo… —.
  
—Listo, estoy preparada para las preguntas. — dijo Rosa mientras dejaba ricos pastelitos en la mesa.  —Adelante —.

Caleb apartó la mirada de la de April para centrarse en Rosa.

 —Bueno señora, la primera pregunta sería. ¿En que trabajaba usted cuando era más joven? — pregunto Caleb cautelosamente.

 —Ah bueno hijo, yo trabajaba como enfermera en un hospital en Washington D.C, en ese entonces tenía 23 años y trabajar como enfermera era mi vida —.

Caleb tomó nota en una libreta que traía.

 —Y ¿Qué pasó después? ¿Por qué se fue de Washington señora? — preguntó April nerviosa. Caleb la seguía tomando de la mano, como hace tan solo unas horas y de nuevo ella no la apartaba.

 —Oh sencillo querida, me enamoré de un muchacho muy apuesto —soltó una risita tímida — se llamaba Robertt, era tan cariñoso y amable, siempre me trataba como una reina, por lo que caí rendida a sus pies, él me prometió muchísimas cosas… dinero, oro y yo por enamorada caí y me case con él… —

 —¿Y dónde está el señora? ¿Ya murió? — pregunto Caleb mientras que April le enviaba una mirada asesina. El se la devolvió con una mirada de ¿Qué pasa? Y ella se la devolvió con otra que decía Insensible.

 —Oh no te preocupes querida, no me molesta que me haya preguntado eso —dijo dirigiéndose a April —No, él no murió. Yo me divorcie de él —.
  
—Oh… y ¿Por qué señora? —pregunto April sorprendida, normalmente las señoras que había conocido o eran viudas o estaban felizmente casadas.

 —Oh, fácil, él estaba obsesionada con una piedra que encontró y… — la señora se detuvo en seco, había hablado demasiado.

 — ¿Una piedra de qué señora? — pregunto Caleb curioso. La había atrapado.

 —Oh… de nada, olvida lo que dije hijo.  —La señora mira su reloj —¡Pero qué tarde es! Ya son las 4:00 de la tarde queridos, disculpen, pero deben irse — dijo mientras se levantaba del sillón y se dirigía hasta la puerta.

 —Pero… —Empezó April, pero Caleb la detuvo.
  
—Está bien señora, tiene toda la razón, pero si no le molesta, necesitamos volver en estos días debido a que la investigación es muy larga, espero que nos lo permita —dijo Caleb con su mejor sonrisa.

 —Claro claro, los espero mañana. Adiós — y sin nada más que decir los echo literalmente a patadas.

 —Se puso muy nerviosa ¿no te parece? — pregunto April mientras caminaban de regreso a la Academia.

 —Si mucho, pero no es de extrañarse, casi suelta algo importante, pero desgraciadamente se dio cuenta de que estaba hablando demás.  — dijo Caleb apretando más la mano de April, que hasta ahora no quería soltar. Al sentir esto, ella se percató de que aún tenían las manos entrelazadas, por lo que trato de soltarse, pero el agarre de él era más fuerte de lo que pensaba.

 —Escucha April, sé que me he comportado como un idiota arrogante contigo, pero es que no entiendo porque eres tan arisca conmigo — soltó un suspiro — Sé que es mi culpa, que desde ayer fui un estúpido y que te di la impresión equivocada, pero no puedo evitar ser arrogante, es mi habilidad y además estoy seguro que te atrae ¿no? —pregunto guiñándole un ojo —Te prometo que trataré de no ser muy pesado contigo para que no tengas que volver a golpearme… Por qué la verdad tienes mano dura… — Caleb sonrió de una manera pícara.

April suspiró, lo detuvo y lo miro a los ojos.
  
—Está bien, espero no tener que volver a pegarte, enserio que no quería hacerlo, pero no me dejaste elección — hizo una pausa y prosiguió — Y si fuiste un estúpido y espero que cumplas tu promesa — dijo sonriendo de oreja a oreja.
Caleb se acercó más a ella y de nuevo estaban a escasos centímetros cuando…

Sonó “That’s What You Get” de Paramore. April soltó un gruñido y Caleb retrocedió con una sonrisa, mientras que ella contestó.

 —Hola Scar… —

 — ¡Hola cariño, la niña de mis ojos, mi hermanita querida! ¿Cómo estas en este segundo día como muchacha independiente? ¿Qué tal la Academia? Apuesto a que las chicas son unas perras ¿no?... No les hagas caso y… — April suspiró.

 —Scarlet… —

 —Y sabes una cosa, leí en una revista, que las que son unas perras, son así porque en realidad… —
  
—Scarlet… —.
  
—En realidad en la otra vida eran unas perras, pero de verdad de carne y hueso y además…

 —¡SCARLET! SI TE CALLAS TE PUEDO RESPONDER — dijo April desesperada.

 —Oh… perdona, ya sabes que hablo hasta por el trasero cuando estoy hablando contigo —.
  
—Tranquila Scar, pues en realidad no he conocido a ninguna chica de la Academia porque he estado ocupada haciendo misiones en las que… —

 —April ¿Con quién hablas? — preguntó Caleb acercándose.

 — ¿Quién te está hablando April? ¡¿Esa fue la voz de un hombre?! ¡No llevas ni 3 días en ese lugar y ya conseguiste novio! ¿Cómo SE LLAMA? ¿ES SEXY? TIENE VOZ SEXY… PREGUNTALE SI TIENE UN HERMANO SEXY, ¡PREGUNTALE APRIL! — dijo Scarlet emocionada.

 —Scarlet no se lo voy a preguntar…

 — ¿Preguntarme qué? — dijo Caleb.

 —Nada, nada — dijo April nerviosa.

 —April si no lo haces voy a hacerlo yo… ¡HEY TU! SI EL SEXY QUE ESTA CON MI MEJOR AMIGA DIME ¿TIENES HERMANOS SEXYS? ¿Cómo TE LLAMAS? AH Y LO MÁS IMPORTANTE ¿TU HERMANO TIENE LLAVEROS? —.

Caleb se empezó a reír a carcajadas mientras que April se sonrojaba.

 —Disculpa, es que ella está mal de la cabeza. Cuando era pequeña su mamá la dejó caer en el suelo y se dio muy duro, desde ese día está loca de remate, pobrecita no le hagas caso, tiene litros de estupidina* en la cabeza — dijo April avergonzada.

 — ¡HEY TE OI! ¡NO LE HAGAS CASO Y RESPONDE! AH Y UNA PREGUNTA MAS ¿DESDE CUANDO SON NOVIOS? ¿FUE AMOR A PRIMERA VISTA? QUIERO DETALLES —Grito Scarlet.
Caleb se sonrojo por eso último… Amor a primera vista… Podría ser.

 —Dile que me llamo Caleb, sí tengo un hermano y dile que, si no le importa que sea menor, después sí, mi hermano tiene llaveros ¿para que los quiere? Luego dile que no somos novio, pero estoy luchando por ello —le guiño un ojo a April.

 —Scarlet él dice que… —

 —Si ya lo oí. Hay April ya conseguiste novio… Eres una pícara. HEY APRIL TE PUEDE EXPLICAR LO DEL LLAVERO Y ¡SUERTE CON CONQUISTARLA! ¡MIRA QUE ELLA ES DIFICIL! —dijo Scarlet riéndose.

 —Gracias, ya lo noté. Pero me gustan los desafíos.  — dijo Caleb riéndose a carcajadas.
  
—Huy April, te conseguiste a un príncipe y ¿sabes qué? Voy a colgar antes de que me mates vía telefónica. ADIOS TE AMO.  

 —SCARLET NO CUEL… — Y colgó.

April le dirigió una mirada asesina a su celular y lo guardo en su bolso; después de guardarlo miró hacia arriba y descubrió un par de ojos mirándola divertido.

 —Linda amiga ¿Scarlet? ¿No? — dijo Caleb.

 —Sí, disculpa es que ya no tiene tornillos que le mantengan la cabeza —. Caleb se rió ante eso.

 —Lo note, aunque tú estás igual que ella ¿no? —Él sonrió de oreja a oreja.  — Y dime ¿Por qué me pregunto eso del llavero? — dijo mientras paseaban por la acera.

 —Una fantasía suya… Bueno y ¿Cómo es tu hermano? ¿Es… sexy como dijo Scar? —

 —Oh sí, es lo más sexy que hayas visto. Más sexy que yo… mira es rubio, ojos verdes y delgado pero alto para su edad.  

 — ¿Enserio? ¿Qué edad tiene? —pregunto April sorprendida de que Caleb dijera eso de su hermano.
  
—Cinco —. Caleb hacia su mayor esfuerzo para no reírse.

 — ¿Cinco? Me tienes que estar jodiendo —
  
—No, te lo juro tiene cinco —

April lo miró a los ojos y vio que no le estaba mintiendo, su hermanito tenía cinco años. Ella no pudo evitar reírse a carcajadas.
  
—Scarlet me va a matar cuando se entere —.
  
—Espero que no…  — dijo Caleb con una sonrisa atrevida en su cara.

April se sonrojó de nuevo como por la ¿Qué? Milésima vez en el día. Pero se dio cuenta que acababan de pasar la Academia y se dirigían en la dirección de su apartamento.

 —Um… Caleb acabamos de pasar la Academia —.

 —Ya lo sé —

 — ¿Adónde vamos? —.
  
— A tu apartamento —
  
— ¿Cómo sabes que vivo en un apartamento? Y lo peor de todo ¿Cómo sabes que se encuentra en esta dirección? —
  
—Ayer, cuando saliste de la cafetería furiosa, te seguí y vi donde vivías —.
  
— ¿Y lo hiciste por qué? —

 —Porque quería saber dónde te dirigías ¿algún problema? —

 —No ninguno y, ¿Quién dijo que te iba a dejar pasar a mi apartamento? — preguntó divertida.

 —Nadie, yo sé que me dejaras pasar, porque estas muy arrepentida de haberme pegado — dijo Caleb poniendo una cara triste en su rostro.

Touché pensó April.

 —Está bien… vamos —.

 —Ah y otra cosa, como estas tan arrepentida me darás un beso ¿ok? — dijo Caleb totalmente serio.

 —Está bien —.
  
—Si si ya lo sé… ¿Qué? ¿Sí me lo vas a dar? — pregunto sorprendido.
  
—Sí, ¿por qué no? —

 —No por nada.  

April acercó sus labios al rostro de Caleb y cuando estaban a pocos centímetros… Le dio un sonoro beso en la mejilla.

 —Ahí esta — dijo April satisfecha por su maniobra.

 — ¡Hiciste trampa! —.

—No, yo te di un beso, pero tú no especificaste donde —.

 —Está bien… Pero no creas que te salvas de esta.  — dijo Caleb mientras tomaba a April por la mano y la guiaba hacia su apartamento.

 — ¿Por qué haces eso? — pregunta April.

 —Porque me gusta tomarte de la mano ¿Qué, te molesta? —.
  
—No, no para nada — dijo ella feliz. Le encantaba la sensación de sus dedos entrelazados, se sentía protegida y cálida. Y sin ninguna demora se dirigieron a su último destino del día.

*Estupidina: Medicamento que algunas enfermeras dan a los bebés para que al crecer se hagan más estúpidos.
PD: Ese medicamento NO existe, fue inventado por la autora osea… YO xD

5 comentarios:

  1. Esa mujer tiene de dificil lo que yo tengo de asiatica (Osea nada) !Cayó en redondo! U.U

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  2. jajajaja si ¬¬! Se dejo llevar por los encantos de caleb xDD

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  3. jajajaj amé a Scarlet y todo lo que dijo!ajaja de verdad no puedo dejar de reí por eso,muy bueno el capítulo;)

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  4. Jajaja me alegra mucho que te gustará, Mar :D! Tengo que subir como... 6 caps xD

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  5. Me gustó mucho la imagen de la señora con olor a galletas, que ricoooo se me antojaron las galletas, jummm osea que el esposo tuvo la piedra, le hubieran leído la mente a la viejitaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!! MEL!!! dile a Ap!! y a Caleb!! que lo hagan waaaa!!!
    me encantó eso de que al final te refirieras a nosotros (los lectores) de forma directa, eso como que me dio un shock positivo y me hizo reír.
    Besos enormes.
    R.

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