Me encanta observarte, ¿sabías? Amo ver la forma en que
tus ojos se iluminan cuando alcanzas una librería y hay nuevos libros para ti.
Me fascina la manera en que tu mirada recorre las páginas de una simple y bella
novela, para devorarla en cuestión de días. Ah, es hipnotizante ver cómo te
sientas en cualquier lugar y te sumerges en una piscina llena de palabras
apasionadas, junto con olores que solo tú comprendes. Me entiendes. Te analizo
profundamente cuando menos lo esperas y es ahí cuando sé que te amo, no como un
hombre ama a una mujer, sino más bien a cómo un escritor ama a un lector.
Me enamoras, lector, aún cuando no te conozco frente a
frente. Me hechizas, querido, porque hay algo íntimo en que leas mis textos y
entiendas lo que lloré y expresé en ellos. Yo desato mis manos para escribirte
lo que pienso: lo que creo del ayer, ahora y el mañana y solo me queda esperar
—anhelar—, que compartas las ideas que salen de mi atolondrada y dulce cabeza y
las devores, así como un cliente come lo que le chef creó para él. Tú eres mis
páginas, aquellas en las que escribo para complacerme, pero que tragan mi tinta
como droga. Ah, posees la habilidad de ser el agua que necesitan mis historias
para sobrevivir en un desierto donde ya no hay esperanza. Tienes esa
característica que me hace creer en lo imposible, en los sueños que ahora son
metas y las fantasías que poco a poco se vuelven realidades. Eres, lector,
parte de mi vida y es por ello que aprendí a amarte. Me enseñaste a quererte.
Me dejaste admirarte.
Hoy te miro de nuevo y no me canso de hacerlo. La
sencillez de tus labios curvándose ante cada palabra absorbida, tu cuerpo
moldeándose a un asiento que se asemeja al paraíso por la historia en la que
estás metida, tus piernas enroscándose por la comodidad escondida... Eso me
hizo caer. Tú lograste que me enamorara, sin haberte conocido ni una vez y es
así como espero morir, con la idea de que fui amada de una manera inimaginable,
única, por personas que no vi. Querida por hacer lo que adoro, identificándonos
unos con otros por nuestros pensamientos derramados en hojas sin fin. Admirada
por el hecho de que nos conectamos extrañamente, sin la necesidad de una
conexión de internet y en paz, porque logré el objetivo de mí nacer.
Lector, te doy las gracias, porque me permites entrar en
tu alma. Derrumbas barreras para dejar que te invada. No sabes lo especial que
se siente saber cómo penetran mis palabras y debes tener en cuenta que siempre
estarás en mi mente cuando comienzo a escribir. Nunca cambies a pesar de lo que
otros opinen, te lo pido, pues aunque lo hagas, siempre te recordaré…
me ha encantado
ResponderEliminarun beso
Halaaaa!! Qué texto más bonito. Jamás me había planteado la escritura desde este punto de vista: el de ser amada y recordada por personas que jamás conoceremos. Ha estado genial, en serio, un texto precioso digno del prólogo de un libro xDDD
ResponderEliminarTe echaba de menos por estos lares querida, un besazo ^^
Jo Mel...mira que me gustan tus textos pero este...me ha encantado más aún!!
ResponderEliminarLa visión que muestras es original y muy muy muy bonita!!!
Un besote grande!! :)
¿Como es que no he comentado esto antes? Es precioso, como siempre. Estoy de acuerdo con todos los comentarios.
ResponderEliminar"Dicen que si un escritor se enamora de ti, no morirás nunca"
Este relato me ha recordado a esa frase :)
Bueno, que voy con prisa así que no puedo comentar como dios manda, pero me he de ir.
Un beso ENORME!!!
:3 Espero siempre ser el lector que enamoró tu alma, terroncito literario <3
ResponderEliminarMe ha encantado :D es tan asdfgjsdfygdxnh (orgasmo xD )
besos y abrazos para vos, sabes que te quiero :3 <3 mi linda meli :3