—Albert, ¿qué haces
despierto a esta hora?
El niño le dio una mirada
cansada.
—Me voy a dormir al
granero.
—¿Por qué? ¿Laura y tú
pelearon? —preguntó su padre adoptivo.
Le regaló un puchero lleno
de reproche.
—No se puede pelear con
alguien que se duerme en un segundo y ronca… Ya entiendo porque usted dijo que
el campo es más tranquilo que la ciudad y es que usted no tiene que dormir con
Laura la locomotora…
Charles sonrío con
diversión.
—Está bien. Buenas noches,
Albert.
Él suspiró.
—Buenas noches, Señor
Ingalls.
Ambos padres se acomodaron
para volver a dormir, sin embargo, el padre se volteó a ver a su esposa antes
de caer en los brazos de Morfeo.
—No ronques.
Ella le hizo sonidos de
ronquidos.
Él se dio una carcajada, al igual que
ella.
—Buenas noches, amor.
—Buenas noches, Charles.
--La familia Ingalls.
JAJAJAJJA Mel en verdad que eres buena con tus párrafos, me imagino que no te ha costado mucho hacer un libro, pues eres de imaginación veloz y fluida. Y si acepto mi derrota, tus comentarios son más largos y los disfruto mucho, y pues ya te enseñaré la imagen aunque creo que será la misma que la del encabezado del blog, jajajaja ME PRESIONAS MEL!!! jajaja no te creas.
ResponderEliminarCuidate mucho y espero leerte seguido, no vaya ser que me acostmbres a leerte y luego me hagas extrñarte he!! que sería injusto.
Besos y en contacto :)